lunes, 5 de mayo de 2014

El sumo pontífice de la decadencia. Con ustedes: Oscar Wilde.



        Hoy vamos ha analizar la vida de uno de los grandes. Del gran Oscar Wilde. El Rey de la Vida, el sumo pontífice de la decadencia. Un hombre injustamente tratado por su condición de homosexual. Él y su mal destino hízo que en el Reino Unido nadie osara poner de nombre a su hijo Oscar durante 20 años por lo ominoso de su vida en una sociedad victoriana la cual abominó injustamente de él. Pocas veces un hombre ha sido peor tratado que Oscar Wilde. Wilde fue un esteta, un genio y en mi humilde opinión el mejor escritor que dio el Reino Unido. Escribía como los ángeles, amó como los dioses, fue un hedonista sin par y murió como un perro. Vamos pues, a conocer la historia del gran Oscar Wilde:

       Corría el año 1854 y más en concreto un 16 de Octubre cuando nació en Irlanda un niño con el cual moriría el XIX. La decadencia de un siglo en las manos de una lucidez tal como la suya. Nacido en el seno de una familia acomodada de progenitor otorrinolaringólogo a la par que asesor de su Graciosa Majestad, Wilde se educó en un ambiente elitista. Una madre feminista, independentista irlandesa firmaba sus proclamas con el seudónimo de "Esperanza".Wilde siempre, siempre se inspiró en el carácter indómito de su madre y ella fue una constante en su vida. Wilde estudió con la élite en el Trinity College. Alumno mediocre como la inmensa mayoría de los genios, en verdad solo le interesó lo clásico, el latín, el griego y la literatura clásica. Básicamente era un neopaganista en un ambiente protestante a pesar de su nacionalidad irlandesa. Muy al estilo de Lord Byron, amaba Grecia. Consiguió una beca en Oxford y junto con sus compañeros empezaron a practicar el Dandysmo. La mejor época de Wilde fue la de su etapa en Oxford. Era joven, se sabía tal y no en vano durante toda su vida reclamaría y cantaría a la juventud, así pues estaba en la plenitud de su vida. Gastador, fumador, bebedor murió su padre dejándole una herencia que dilapidaría a maravilla. Su primer viaje fue a Grecia en 1877 y le marcaría en lo vital, y su segundo destino EEUU. Wilde siempre vivió al límite de su presupuesto económico. Vestía como un dandy y vivía como tal. En su viaje a EEUU llamaba la atención allí donde fuera que fuese. Esas levitas rojo burdeos o verde botella, sus anillos, su largo pelo, sus calzas de colores y sus zapatos de charol con hebillas a la par que sus bastones daban fe de ello en un país que poco a poco se abría paso a codazos. No saliendo muy entusiasmado de EEUU dio cuenta que en realidad el océano Atlántico no le había para nada fascinado y regresó a Europa. Allí dirigió una revista de mujeres llamada "Lady´s world" a la cual cambió el nombre como "Woman´s World" ya que él reclamaba la inconvencionalidad de la época. Wilde fue el inconformista por antonomasia de la época victoriana inglesa. Un inadapatado y un visionario sin el menor género de dudas. Su escenario, fue sin duda alguna el mundo, lo vulgar del mundo a Wilde se le quedaba pequeño en su excepcional concepción de la vida y lo pagaría caro, vaya si lo pagaría caro.

          Ahora, su destino: París. Su pasión: Honoré Balzac. Juergas, risas, vivir la vida, dilapidar su fortuna y como escenario cual mejor sino la capital de Francia. El París de Wilde y Van Gogh. La bohemia artística de la época sin duda alguna marcó mucho su trayectoria y él se sabía uno de ellos. No por nada está enterrado allí, en París. Pero no adelantemos acontecimientos.

         Esa vida disoluta que llevaba Oscar no le beneficiaba en nada y él se dio cuenta de ello. Con lo cual regresa a Inglaterra y como no, tiene que empezar a trabajar. Sí, a trabajar para ganarse la vida. Hasta entonces Wilde había trabajado poco y como bien dije antes entra de director en una revista de mujeres y tiene también tiempo para el amor. Constance es su amada. Culta, inteligente y ambos se enamoran. Imaginaos las cartas que le escribiría a Constance en ese año 1884. Es la parte más asentada de su vida, gracias a Constance, teniendo un par de niños y una vida floreciente en lo económico a la vez que empieza a escribir cuentos: "El príncipe felíz" uno de ellos o "Una casa de granadas". Oscar Wilde, estaba magnífico, inconmensurable, el Rey de la Vida. A finales de los 80´ Wilde empieza ya a intuir su condición homosexual a la par que también lo sospecha Constance, su mujer y en 1889 se habla de separación del matrimonio. Robert Ross fue su primer amante masculino para acabar con Alfred Douglas, su amado "Bosie" como a él le gustaba apodarlo.

     "El Retrato de Dorian Gray". Qué se le puede pedir más a esta novela?. Magnífica. Inconmensurable. En mi humilde opinión creo que formal y esteticamente en mi vida he leído nada parecido. Conforme leía esta novela, la única de Oscar Wilde, el resto me parecía algo completamente distinto y vulgar. Era 1880 y Wilde está en su mejor forma. Esas descripciones, ese canto velado a la libertad...No es sino para mí un reflejo de lo que fue Wilde en vida. Un canto a la juventud y a la belleza el cual termina y acaba tan trajicamente como acabó Wilde. Y es que Oscar acabó de forma muy, muy trájica al igual que su "opus magnum", "El Retrato de Dorian Gray". El que no lo haya leído que lo haga. Nada es comparable con esta obra. La estética manda, y Wilde escribía como los dioses, corría el año 1890, publicado por capítulos y en una revista literaria para acabar editada como novela en 1891. La única novela de Oscar Wilde.

       El cerebro, la creatividad de Wilde siguió con el teatro. "La importancia de llamarse Ernesto". Alejado ya entonces, de su modus vivendi ordenado y ordinario a la par que victoriano, él va a su aire, a su vida, a la licencia, sin hacer daño a nadie, esa fue la vida de Oscar Wilde y su vuelta a las andadas. Cuentan que se hacía acompañar por jovencitos de los barrios humildes de Londres, subyugados estos por su persona y él por la de ellos, claro. Oscar Wilde fue un homosexual en toda regla, sin tapujos y sin cortapisas de ningún tipo. Os acordáis de Freddie Mercury?. Otro genio. Nunca hízo daño a nadie, es más nos hizo muchos favores al resto . Y es que los genios dan muchas veces todo sin nada a cambio y es sano reivindicarlos.

      16 años se llevó con "Bosie", Alfred Douglas. Amantes para siempre y empiezan los escándalos de Wilde. Su mujer estaba harta de sus contínuos devaneos homosexuales y Constance toleraba todo. Wilde, era ya por entonces un hombre obeso, desmesurado, 16 años los separaban y un hombre corpulento para nada cercano a los cánones de la belleza que tanto amó en sus contínuos devaneos con la perfección de los cánones griegos. Pero Alfred Douglas "Bosie", lo quería así, con su creatividad sin límites y porque no decirlo.... con su promiscuidad. Insisto, Oscar Wilde nunca hízo daño a nadie.

       Bosie, su amante era un niño bien de la época. Regalos, cartas de amor encendidas. Bosie, hijo del Marqués de Queensberry, éste un día le mandó una carta a Wilde. En la cual se leía: "Al sodomita de Oscar Wilde". A punto de estrenarse "La importancia de llamarse Ernesto" a Wilde le amargó la obra. Todo se volvió contra él. Wilde denunció al padre de Bosie pero esto no sirvió sino para complicar las cosas y le juzgan por sodomita, por ser distinto a los demás. Por eso y por sus excesos.

      2 años de condena a trabajos forzados en la cárcel de Reading por gay y sodomita. Pensad que Wilde había leído a Dickens y pudo comprobar por él mismo como le habían introducido en una de esas cárceles injustamente. Su trabajo, abandonar la pluma que manejaba como nadie para fabricar sogas sin nada a cambio mas que la injusticia. Fue allí donde pudo realizar una de sus obras "La balada de la cárcel de Reading". Dos años justos, no le perdonaron ni un día de su condena. Solo y desamparado Wilde salió a los dos años encontrándose completamente amargado. Su mujer había huído por la vergüenza. Nunca volvió más a ver a sus hijos e incluso se les cambió el apellido. Hasta Bosie le había abandonado. Allí, en Reading también escribió una obra a su otrora amigo Bosie en "De Profundis" donde le reprocha no pocas cosas. Bosie se había olvidado también de Wilde.

      Definitivamente Oscar Wilde abandona el Reino Unido y se afinca en París donde se vuelve a reencontrar con Bosie. Así las cosas Wilde también renegó de su nombre y apellidos. Se le conoce en París como Sebastian Melmoth. Pero su reencuentro con Bosie ya no es el mismo. Son los últimos días de Wilde al cual una otitis aguda que desembocaría en meningitis lo llevaría de esta vida a la eterna un 30 de Noviembre de 1900, tenía 46 años. Aquel que su padre había sido otorrinolaringólogo ni la suerte le sonrrió en ese sentido.

       Cuentan que antes de morir acertó a pedir una botella de champán francés y cuando tuvo que pagar la factura dijo:

         "Dios mío, me muero por encima de mis posibilidades."

        Esa niebla londinense, ese oscurantismo victoriano no estuvo a la altura de las posibilidades de Wilde, del encendido, del excéntrico Wilde. Murió en París, a Dios gracias, lejos de esa Inglaterra Victoriana Protestante que a tantos dio la espalda. No creáis que con Wilde se acaba ese lamentable periplo de injusticias. Como ya señalé en mi post sobre Alan Turing éste corrió la misma suerte de Wilde. Solo que Alan Turing murió mordiendo una manzana envenenada por él mismo y eran los años 50´ como aquí bien demuestro:

http://laverdadteharalibre6.blogspot.com.es/2014/03/alan-turing.html

        Wilde descansa hoy con otros compañeros que estarán a la diestra de los dioses del Olimpo tal que Jim Morrison en el cementerio de Pére Lachaise. Su tumba es la de un ídolo azteca adornada con besos de mujer por todas partes. Sin duda alguna de las más bonitas del cementerio. Junto a Balzac, Chopin, María Callas, Yves Montand, Simone Signoret y tantos otros.








     P.D: Especialmente dedicado a otro dandy. A Fernando Vallejo Ágreda. A la sazón capellán del cementerio de Torrero de Zaragoza. Él como nadie os podrá explicar quién fue Wilde y su trascendencia en lo literario así como de ese impass de la vida para con la muerte. No dejéis de leer el enlace que aquí os suscribo sobre Fernando. Merece la pena. Sencillamente y con los tiempos que corren, el clero anda necesitado de gente alegre y reflexiva como esta:







      

 http://www.heraldo.es/noticias/ocio_cultura/cultura/2013/08/26/quot_ser_capellan_torrero_aportar_esperanza_desesperanza_quot_246728_308.html


      










       

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